sábado, 28 de octubre de 2017

No voy en tren, voy en la Red

INTERNET PUEDE FUNCIONAR COMO UNA GRAN AGENCIA DE TURISMO, como un guía que sabe de historia, de geografía, de vivencias personales y que, además, acerca los servicios necesarios para armar un viaje. Los monstruos del turismo en la Red son, evidentemente, los portales verticales. Con grandes inversiones despliegan sus actividades por distintos continentes. Sites como www.expedia.comwww.travelocity.com o www.priceline.com atraen al usuario por su abundante oferta y por su capacidad operativa. A la disponibilidad de mapas, boletos aéreos, paquetes a innumerables destinos y reservas de hoteles, se le puede sumar que en muchos casos presentan descuentos para las transacciones realizadas online. Si bien las tendencias parecen indicar que estas grandes compañías terminarán fagocitando a agencias menores, esto de ningún modo implica que los recursos turísticos de la Red se agoten aquí. 

Los grandes buscadores, navegadores y portales de Internet poseen a esta altura secciones de turismo muy desarrolladas. Es el caso de Yahoo!, Altavista y Netscape por citar algunos, o los buscadores Clarín y Radar a nivel nacional. Aquí podemos hacer una salvedad: no todos los destinos están presentes en ellos y si la información que se obtiene es escasa o nula, puede ser de utilidad dirigirse a un buscador local o cercano a la región en que estemos interesados. Para ello existen los llamados metabuscadores, que nos pueden facilitar la tarea. Uno de ellos es http://paginas.teleweb.pt/~zone2000/. Allí conviven directorios de Africa, Oceanía, Europa, América y Asia. Si se pretende realizar una excursión a la Patagonia es siempre aconsejable visitar un site estrechamente ligado a la región, como puede ser www.arvision.com.ar, y no perder el tiempo en una megaempresa que muchas veces en su necesidad de abarcar cantidades de destinos deja de lado la esencia de cada uno de ellos. Las oficinas de turismo, la pequeña ventana a la Red que abre un municipio desconocido o las revistas especializadas (como www.mungopark.com o www.despegar.com) constituyen otra fuente de información que transita por la abundancia de la Red. También el avance de la cartografía muestra todas sus facetas. Hay mapas de todo y para todos, que despliegan bases de datos en otro tiempo inauditas. Desde el monitor de una computadora se pueden ver cantidades de webcams distribuidas por el mundo entero acercando en tiempo real, paisajes, ciudades y hasta escenas de la vida cotidiana. www.planetawebcam.com es una buena dirección para consultar a este respecto. 

Unas cuantas horas frente a la computadora alcanzan para preparar un viaje y sumar fundamentos al interés de lugares de los que tal vez nunca oímos hablar. De aquellos viajes a ciudades imposibles de las que sólo se conocía un rumor, un espejismo o una anécdota, a esta telaraña suspendida sobre el planeta, llena de visiones y contenidos casi intemporales, existe un abismo de distancia. Como seguramente lo existe entre el pequeño poblado en emigración continua destinado a no ser expuesto nunca en la galería comercial de Internet y aquel páramo enriquecido que hoy transita orgulloso por las autopistas virtuales. 

NewYorkWeb

Se sabe: cualquier momento es propicio para conocer New York. Pero tal vez este año sea especialmente oportuno. Sucede que durante todo 1998 The Big Apple festeja su centenario, y para celebrarlo programó varios eventos especiales. El comité organizador de los festejos, dependiente de la comuna de NYC (www.ci.nyc.ny.us), publica en la Red una detallada agenda de actividades que disfrutarán especialmente los amantes de la historia cultural, ya que en su mayoría son recorridos por museos históricos, archivos fotográficos e información de los 12 millones de inmigrantes que ingresaron, entre 1892 y 1954, por el puerto más transitado de América. 

Aunque la historia de la ciudad se remonta a mucho más atrás que la última centuria (ver New York, 500 años después), lo cierto es que "la capital del mundo", como la llaman la mayor parte de sus habitantes, recién tomó su forma actual a fines del siglo pasado: el Acta de Consolidación firmada el 4 de mayo de 1897 decretó que, a partir del 1 de enero de 1898, pasarían a unificarse los cinco distritos que rodeaban el puerto: Manhattan (hasta 1897, New York County), Queens (Queens County), Brooklyn (Kings County), el Bronx y Staten Island (Richmond County). 


Cada uno de ellos aportó un paisaje y una identidad propia a la ciudad. La prueba son las diferentes actividades que las barriadas proponen: todas tienen su oficina de turismo con el correspondiente site en la Red. Basta conectarse con la página Neighborhoods and Communities (Barrios y Comunidades) (www.ci.nyc.ny.us/html/culture/html/neighbor.html) para encontrar los lugares que ningún turista informado puede perderse.
 

Pero antes de empezar, vaya una advertencia: la ciudad tiene más de 150 museos, 400 galerías de arte, 42.000 butacas de teatro, 17.000 restaurantes y seis zoológicos. Y es una de las urbes mejor representadas en Internet: hay sites de casi todos los lugares imaginables. De allí que seleccionar a dónde ir se torne extremadamente difícil. De todos modos, se puede armar un programa tentativo.

Las micronaciones también existen

¿Alguna vez escucho hablar del principado de Seborga (www.masterweb.it /seborga)? Si no fue así, sepa que se trata de un ignoto enclave turístico italiano con veleidades separatistas que utiliza la Web para hacerse propaganda. ¿Y del Reino de Araucania y Patagonia (www.pitt.edu~jwcst17/ kap.html)? Pues bien, esta monarquía en el exilio reivindica la posesión del terrtitorio del sur argentino en nombre de los herederos del francés Orelie-Antoine de Tounens, nombrado rey de los mapuches en 1860. ¿No le gustaría visitar el Reino de Talossa (www.execpc.com/~talossa), una nación imaginaria creada en 1979 por un muchachito de 13 años, que en la actualidad cuenta con 50 cyberciudadanos y una sofisticadísima organización política virtual? Aunque parezca que todo esto es un chiste, hablamos en serio. Estas son sólo tres de las más famosas micronaciones con sites en la Web. Ustedes se preguntarán qué es una micronación. Como explica el site de Nova Roma (www.novaroma.org/cursus_honorum/micronations.html), una nación virtual dedicada a la recuperación de la cultura de la Antigua Roma, las micronaciones son la forma más pequeña de organización nacional. Generalmente cuentan con muy poco o ningún territorio, pero claman por conseguirlo y por volverse soberanas e independientes. Algunas, como Freedonia (www.neosoft.com~johnkyle/Freedonia), hasta dicen estar dispuestas a comprarles el territorio a otros países o ¡a otros planetas! y, al mismo tiempo, declaran la absoluta seriedad de sus intenciones. Casi ninguna de estas micronaciones recibe ningún tipo de reconocimiento por parte de los grandes países del mundo. Pero para sus propulsores no significa un escollo insalvable. Al menos, eso parece. El site Micronations on the Web (www.geocities.com/CapitolHill/ Senate/ 5385/index.html) explica que, aparte de las 185 "macronaciones" nucleadas en las Naciones Unidas y los 60 países que no están formalmente reconocidos como tales o no forman parte de la ONU, existen cientos de micronaciones no reconocidas. Sin ir más lejos, en la lista de Micronational Links (www.reuniao.org /chancellery/links.html) se puede encontrar 95 micronaciones. Algunas de ellas parecen serias (con existencia real o reivindicaciones verdaderamente fundadas), y otras se acercan más a la parodia. Es importante no confundir a las micronaciones con los microestados (que son micronaciones legalmente reconocidas, como el Vaticano o la isla de Antigua). No todas las micronaciones son pura fantasía: algunas realmente existen como expresión o producto de hechos históricos concretos, como por ejemplo el Principado de Hutt River Province (home.vicnet.net.au/~huttrivr), una zona de 18.500 acres de tierra en Australia occidental en la que un grupo de granjeros decidió hacer acto de secesión del gobierno central, en protesta ante las limitaciones que le imponía a su producción de trigo. El granjero que declaró la independencia, Leonard Casley, se convirtió en el príncipe Leonard, y Hutt River Province sumó a sus recursos cerealeros una importante industria filatélica y numismática que, ante el interés de los coleccionistas, aumentó sus ingresos. Otro ejemplo interesante -y algo más conocido- es el del Principado de Sealand (www.telebase.es/sealand): en 1966, Roy Bates, el dueño de una radio pirata inglesa llamada Radio Essex, tomó posesión junto a otras 240 personasde una base militar construida por Inglaterra durante la Segunda Guerra y abandonada desde entonces. 
Bates declaró la independencia y se autoproclamó príncipe. Luego de intentar crear durante más de veinte años un "palacio de la diversión, un refugio para los estresados del mundo del entretenimiento y los insomnes", según informan algunas notas aparecidas en la prensa inglesa, Bates y sus súbditos debieron retirarse, vencidos no por los ataques del gobierno británico, sino por los rigores del clima. Sin embargo, en la propia página oficial de Sealand se aclara que el principado se transformó en una democracia en 1997. Lo cierto es que no hay pistas suficientes como para establecer cuál de estas versiones es la verdadera.Texto publicado en Septiembre de 1998 - Revista Internet Surf N°5